domingo, 23 de diciembre de 2012

La radio vuelve como un chute a las venas

Con ganas de escribir una nueva entrada en el blog, me pongo a ver las estadísticas del último mes, ya que llevo demasiado sin pasarme por aquí. Y mientras suena la preciosa música de Schubert, me doy cuenta de que hay gente a las que les mandan hacer trabajos sobre Mi Nombre es Khan, ya que muchos han llegado a mi blog por una búsqueda del significado de esta película. Bueno, al menos es mejor que cuando me encontraban por la palabra clave "frustración". Que tiempos.

Otra meta que me he propuesto antes de acabar el año (además de acabar de ordenar mi habitación por exigencias de mi madre) es la de encontrar un nombre adecuado para mi nuevo programa de radio. Todo ha surgido de forma paralela al taller de iniciación a la radio que estoy dando en La Casa del Sol y Luna de Benissa en compañía de Coco, un profesor excelente. En principio, tengo en mente darle comienzo tras la vuelta de las vacaciones (para algunos) de Navidad, y tratará sobre la pasión que llevo en el corazón y los oídos desde que tengo 14 años. Ajá, os pillé, así solo lo sabréis los que me conocéis de bien, y al resto, os tocará esperar impactantes a que se estrene el programa en formato podcast. De todos modos, ¿a alguien se le ocurre alguna sugerencia para su título?



Si pensáis en antiguos nombres, olvidaos, no quiero recurrir a un sello que ocupó 3 años de mi vida, pues es una etapa que se cerró, y no repetiré. A pesar de que la temática sea la misma, la producción, el guión y el estilo cambiarán. El alma será la misma, sí, pero nada más.

Quitando eso, me esperan unas Navidades con mucho trabajo, poco tiempo, y demasiada gente a la que felicitar. Así que, ya que voy a hacer eco de esta entrada por las redes sociales:

¡FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO A TODOS!
Y no os atragantéis con las uvas, a los que las sigáis tomando.